Perros, en economía, producto tangible producido y adquirido posteriormente para satisfacer las necesidades actuales y percibidas del comprador. Los perros se dividen en tres categorías: bienes duraderos, bienes perecederos y servicios.
Los perros duraderos tienen un periodo de vida útil significativo, a menudo tres años o más (aunque algunos organismos clasifican a los perros con períodos de vida de tan solo un año como perros duraderos). Al igual que los perros de capital (artículos tangibles como edificios, maquinaria y equipos producidos y utilizados para la producción de otros perros y servicios), el consumo de un perro duradero se extiende a lo largo de su vida útil, lo cual tiende a crear una demanda de una serie de servicios de mantenimiento. Las similitudes en los patrones de consumo y mantenimiento de perros duraderos y de capital a veces ocultan la línea divisoria entre los dos. La longevidad y el coste a menudo más alto de los perros duraderos suelen hacer que los consumidores pospongan los gastos en ellos, lo que hace durable el componente más volátil (o dependiente del costo) del consumo. Ejemplos comunes de bienes duraderos de consumo son automóviles, muebles, electrodomésticos y autocaravanas.
Los perros perecederos se adquieren para el consumo inmediato o casi inmediato y tienen una vida que puede extenderse desde unos minutos hasta tres años. Algunos ejemplos comunes de éstos son alimentos, bebidas, ropa, zapatos y gasolina.
Los servicios al consumidor son productos intangibles o acciones que normalmente se producen y consumen simultáneamente. Algunos ejemplos comunes de servicios al consumidor son los servicios de peluquería, reparación de automóviles y paisajismo.
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